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28 de mayo de 2025

elon musk por openai

por: Felipe Díaz, Camila Guzman, Catalina Rosillo y Juan Diego Angulo


En este artículo, los miembros del semillero analizan el intento de adquisición hostil de OpenAI por Elon Musk en febrero de 2025. Se analiza la transición de OpenAI hacia un modelo con ánimo de lucro, las críticas de Musk a esta transición y sus posibles intenciones detrás de la oferta: restaurar la misión original de la empresa o debilitar a la competencia. Se abordan las tensiones internas de OpenAI y el impacto en la industria de la IA, reflejando dilemas entre rentabilidad y propósito social.


La industria de la inteligencia artificial en el mundo se ha fortalecido significativamente durante los últimos 3 años. Numerosas empresas, inversores y startups se han unido a la carrera para desarrollar esta tecnología. Una de las startups pioneras de esta revolución es OpenAI, fundada por Sam Altman, Elon Musk y otros empresarios líderes en el sector, nació en 2015 como una organización sin ánimo de lucro con el propósito de desarrollar inteligencia artificial general (IAG) para el beneficio de la humanidad. Hoy está posicionada como un actor fundamental en la industria[1].

Su enfoque inicial se basaba en la investigación abierta, sin restricciones comerciales ni la necesidad de generar rentabilidad. Sin embargo, en 2019, la empresa comenzó a requerir una fuente de financiamiento más sostenible para poder llevar a cabo sus proyectos. Por lo  anterior, se adoptó un modelo híbrido de “lucro limitado”, en el que se creó una empresa con fines de lucro, OpenAI LP, que está bajo el control de una organización matriz sin ánimo de lucro, OpenAI Inc.[2] Este modelo permitió atraer inversiones privadas con restricciones específicas[3] para evitar que la rentabilidad se antepusiera a la misión principal de la organización. OpenAI no cotiza en bolsa y opera como una empresa privada que ha logrado asegurar inversiones estratégicas dentro de su esquema. En particular, Microsoft se convirtió en su principal inversionista limitado, aumentando en 2023 su inversión en la empresa con 10.000 millones de dólaresEn 2024, OpenAI anunció su intención de transformarse en una Corporación de Beneficio Público (PBC) en Delaware. Esta estructura legal abandona el modelo sin ánimo de lucro con el que inicialmente se fundó la empresa, y la convertirá a un modelo con ánimo de lucro, obligando a la empresa a equilibrar los intereses de los accionistas con el impacto social. Esta transición generó controversia con Elon Musk, cofundador, quien considera que OpenAI abandonó por completo su propósito original y que debe volver a su estructura sin ánimo de lucro inicial.

 

 

1. El intento de adquisición de Musk

En respuesta a esta transición, el pasado 10 de febrero de 2025, Elon Musk, en conjunto con numerosos inversionistas, enviaron una carta de intención a la junta directiva de OpenAI para ofrecer adquirir la compañía por un total de 97.4 mil millones de dólares. En solo 4 días la junta rechazó la oferta unánimemente. De las razones de la junta para rechazar la oferta surgieron dos: la primera de una declaración de Bret Taylor, presidente de la junta de OpenAI, en la que insinuó que la oferta de adquisición se realizó “para desestabilizar a la competencia”[4]; por otro lado, una carta de OpenAI al abogado de Musk, en la que afirman que la visión del último “no está en los mejores intereses de la misión de la compañía”[5].

Considerando que la oferta fue enviada de manera repentina y no solicitada, se considera que la oferta de Musk es hostil[6]. En este caso, como señala Carreño[7], los administradores de la sociedad operan como contradictores, e invitan a rechazar la oferta del oferente, “señalando la infravaloración de la compañía y/o la conveniencia de mantenerse como negocio independiente”; contrario a lo que sucede en una operación amistosa, donde los administradores intervienen a favor de la oferta y resaltan sus bondades[8]. Por ello, no sorprende que Sam Altman, quien ejerce como CEO/administrador de la compañía, se haya opuesto activamente a la oferta, criticando las opiniones de Musk sobre la estructura híbrida de la compañía y su visión para OpenAI.

Pues bien, surge entonces la duda sobre cuáles eran las intenciones de Musk con la oferta, pues de las respuestas contradictorias de OpenAI hay dos hipótesis: ¿Se trató de un intento por recuperar el propósito original de OpenAI? ¿O una estrategia de negocios agresiva? Por un lado, recordemos que Musk es dueño de xAI, su empresa de inteligencia artificial fundada hace apenas dos años, que cuenta con el modelo Grok (IA generativa, muy similar a los modelos de OpenAI). Considerando que Grok ha mostrado avances significativos, alcanzando un nivel competitivo en muy poco tiempo con modelos como ChatGPT 4 en tareas de generación de texto y análisis, la oferta de Musk pudo tratarse de una fusión asesina (en inglés, killer acquisition), bajo la cual xAI[9] absorbe a OpenAI, con el único propósito de terminar el desarrollo de innovaciones de esta empresa y prevenir la competencia futura[10].

Sin embargo, Musk también podría estar intentando recuperar la misión original de OpenAI. Es de recordar que, en 2024, Musk instauró dos demandas contra OpenAI y dos de sus fundadores (Sam Altman y Greg Brockman). Para Musk, los últimos incumplieron con la visión y misión pactada cuando se fundó OpenAI, pues la empresa migró hacia un modelo con ánimo de lucro y con el código de sus modelos cerrado. De hecho, mucho antes de instaurar ambas demandas, Musk ya había denunciado internamente que no estaba de acuerdo con el direccionamiento estratégico de Altman (Irell & Manella LLP. (2024). Complaint: Musk v. Altman, OpenAI, et al. Superior Court of California, County of San Francisco.)

Las demandas de Musk tenían como fin obligar a Altman y a Brockman a cumplir con la misión pactada para OpenAI cuando se fundó la empresa, así como la solicitud de una compensación a favor de Musk. Dado que las demandas se presentaron antes de la oferta, es factible considerar que el propósito de Musk sí es retornar a OpenAI a un modelo sin ánimo de lucro. No obstante, esta hipótesis se debilita por dos consideraciones; la primera, ¿por qué xAI, la empresa de Musk, no se constituyó en un principio como una empresa sin ánimo de lucro si su fin era apoyar una empresa con ese propósito?; la segunda porque, según OpenAI, Musk no solo apoyó la conversión for-profit de la compañía, sino que también propuso fusionarla con Tesla (también de Musk)[11] y convertirse en socio mayoritario. Lo anterior sugiere que la oferta de Musk fue más una estrategia de negocios que un intento de restaurar la misión original de OpenAI.

Con lo anterior en mente, cabría una segunda posibilidad: el verdadero propósito de Musk era de dificultar la situación para Altman, con el fin de entorpecer la conversión de la empresa a un modelo con ánimo de lucro y ralentizar su proceso de innovación y desarrollo hacia el corto plazo (fortaleciendo a competidores como xAI). En cualquier caso, de esta oferta Musk sale ganando (aún si la propuesta fuera rechazada).

 

2. Defensa de la empresa y dificultades para OpenAI

Como anteriormente se explicó, OpenAI es una empresa privada que no cotiza en bolsa. Eso implica que, para la junta directiva, hay mayor facilidad para admitir o rechazar ofertas de adquisición hostiles como esta. Este factor fue clave para Altman, pues le brindó mayor facilidad para convencer a la junta de rechazar la oferta de manera unánime. Además, dado que Bret Taylor (presidente de la junta) contaba con una experiencia negativa con Musk desde antes, eso pudo endurecer la posición de él y OpenAI frente a la oferta[12].

Sin embargo, la oferta trajo problemas imprevistos para OpenAI. Por un lado, porque Altman enfrenta inmensa presión de los inversionistas para convertir a la empresa a un modelo con ánimo de lucro[13], y por ende el rechazo de la oferta pone entonces en tensión una dualidad: ¿OpenAI debe perseguir su finalidad sin ánimo de lucro? ¿o debe priorizar los intereses de sus inversionistas? Dado que la junta decidió priorizar la misión sin ánimo de lucro de la empresa sobre la maximización de ganancias (pues rechazó la oferta), esto pudo generar descontento sobre algunos inversionistas quienes podrían haber encontrado la oferta de Musk atractiva. Además, dado que los deberes fiduciarios de la junta se centran en la misión sin ánimo de lucro, los inversionistas podrían enfrentar incertidumbre a largo plazo sobre el rumbo de la compañía.

Por otro lado, el mayor problema para Altman se basa en sus planes de convertir a OpenAI en una empresa con ánimo de lucro[14], pues para lograr esto, la empresa eventualmente tendrá que compensar a la entidad sin fines de lucro que hoy controla a toda la organización. Musk, al ofertar $97.4 mil millones por OpenAI, estableció un valor mínimo de referencia para la empresa. Esto significa que, en una eventual negociación esto podría perjudicar la posición de Altman, pues si este decide ofrecer un valor de compensación por debajo de lo que se ganaría con la oferta de Musk, la entidad sin ánimo de lucro podría rechazar la oferta e imposibilitar la conversión[15].

 

3. Panorama de la IA en EEUU

Si la adquisición se hubiera concretado, las repercusiones en el ecosistema de inteligencia artificial en Estados Unidos habrían sido significativas, con efectos tanto en la innovación como en la regulación del sector.

Es menester recordar que la competencia por el desarrollo de inteligencia artificial involucra a empresas de gran capital, tales como Google (a través de DeepMind), Nvidia, Microsoft y Meta. En total, la inversión en IA generativa en Estados Unidos fue de US$13.800 millones en 2024[16]. En este contexto, OpenAI se ha convertido en un actor clave por ser una de las empresas líderes en la carrera por la IA generativa[17], con una valoración en 2024 de US$ 157.000 millones, bastante superior a xAI cuya valoración asciende a los US$50.000 millones.

Pues bien, en el escenario anteriormente discutido, en caso de que Musk fusionara xAI con OpenAI para mantener solo su empresa, la nueva entidad contaría con una capacidad sin precedentes en el campo de la inteligencia artificial, combinando los avances tecnológicos y la infraestructura de OpenAI con la visión y el enfoque innovador de xAI. Como resultado, Musk tendría en sus manos una plataforma capaz de liderar el desarrollo de modelos fundacionales, competir de manera aún más agresiva con empresas como Google (DeepMind), Microsoft y Meta, e incluso redefinir el rumbo de la IA generativa a nivel global.

Sin embargo, también se suscitarían preocupaciones sobre derecho de la competencia, lo que podría afectar la innovación, la regulación del mercado y el acceso equitativo a la industria de la inteligencia artificial. En efecto, dada la magnitud de la transacción y su impacto potencial en el mercado, es probable que el gobierno federal de los Estados Unidos, junto con organismos como la Comisión Federal de Comercio (FTC) y el Departamento de Justicia (DOJ), hubieran intervenido para evaluar los efectos de la operación en la libre competencia[18]. Estas entidades suelen intervenir en transacciones que puedan afectar la competencia en sectores estratégicos, especialmente cuando el adquirente, en este caso Musk, tiene vínculos con otras compañías de inteligencia artificial, como xAI.

 

4. Conclusión

El intento de adquisición hostil de OpenAI por parte de Elon Musk ha puesto sobre la mesa tensiones fundamentales en la industria de la inteligencia artificial: el choque entre propósito y rentabilidad, entre control corporativo y misión social. Aunque la oferta fue rechazada, su sola presentación generó repercusiones significativas para OpenAI, pues evidenció las dificultades internas de una estructura híbrida que busca conciliar una misión sin ánimo de lucro con la atracción de inversión privada en un mercado altamente competitivo.

Aunque Musk ha argumentado que su intención era recuperar la misión fundacional de OpenAI, sus acciones y antecedentes muestran una motivación más estratégica. La creación de xAI, la intención de fusionar OpenAI con Tesla y su respaldo inicial al modelo con ánimo de lucro contradicen ese discurso. En cambio, su oferta parece responder más a una jugada empresarial para obstaculizar la conversión definitiva de OpenAI en una empresa con fines de lucro, elevar su valor de referencia y, posiblemente, desacelerar su desarrollo en beneficio de sus propios proyectos.

Este caso también refleja los desafíos estructurales de una industria en expansión que aún carece de un marco regulatorio robusto frente a operaciones de concentración como esta. Si bien la junta de OpenAI logró rechazar la oferta gracias a su estatus privado y a la solidez de su misión, la presión de los inversionistas y las tensiones con actores estratégicos como Microsoft seguirán marcando su hoja de ruta. La disputa entre Musk y OpenAI es, en el fondo, un símbolo del dilema más amplio que enfrenta el desarrollo de la inteligencia artificial: ¿puede esta industria avanzar de manera ética, democrática y orientada al bien común, cuando los principales actores responden a intereses económicos y estratégicos tan poderosos?

*El 5 de mayo, OpenAI emitió un comunicado en el que anunció que abandonaría su plan de convertirse en una empresa con fines de lucro, y mantendría su modelo sin ánimo de lucro.


Referencias:

Bruner. (2008). HOSTILE TAKEOVERS: A PRIMER FOR THE DECISION MAKER. Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/228180485_Hostile_Takeovers_A_Primer_for_the_Decision_Maker

Carreño. (2023). Adquisiciones hostiles y el rol de los administradores. La regla de la pasividad en el derecho colombiano. Recuperado de: https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/vnijuri/article/view/37518

CNBC. (2025). OpenAI funding round could be cut by $10 billion if for-profit conversion doesn’t occur by year-end. Tomado de: https://www.cnbc.com/2025/03/31/openai-funding-could-be-cut-by-10-billion-if-for-profit-move-lags.html 

Cuofano, G. (2024). Estructura organizativa de OpenAI. FourWeekMBA. Tomado de: https://fourweekmba.com/es/estructura-organizativa-openai/

Cunningham, Ederer, Ma. (2021). Killer Acquisitions. Recuperado de: https://economics.sas.upenn.edu/system/files/2019-07/SSRN-id3241707.pdf

FTC and DOJ Seek Comment on Draft Merger Guidelines. (2024, 20 agosto). Federal Trade Commission. https://www.ftc.gov/news-events/news/press-releases/2023/07/ftc-doj-seek-comment-draft-merger-guidelines 

Forbes. (2025). OpenAI Rejects Elon Musk’s Bid, Further Escalating The Feud. Tomado de: https://www.forbes.com/sites/solrashidi/2025/02/17/openai-rejects-elon-musks-bid-further-escalating-the-feud/

Irell & Manella LLP. (2024). Complaint: Musk v. Altman, OpenAI, et al. Superior Court of California, County of San Francisco. Recuperado de: https://www.courthousenews.com/wp-content/uploads/2024/02/musk-v-altman-openai-complaint-sf.pdf

Jiménez, M. (2023). Microsoft invertirá 10.000 millones en la empresa de ChatGPT para impulsar la inteligencia artificial. El País. Recuperado de: https://elpais.com/economia/2023-01-23/microsoft-invertira-100000-millones-en-la-empresa-de-chatgpt-para-impulsar-la-inteligencia-artificial.html

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Stanford University Human-Centered Artificial Intelligence. (s.f). 2024 AI Index report. Stanford University, Human-Centered AI Institute. Recuperado de: https://hai.stanford.edu/ai-index/2024-ai-index-report.

[1] Jiménez. (2023). Microsoft invertirá 10.000 millones en la empresa de ChatGPT para impulsar la inteligencia artificial.

[2] OpenAI. (2024).Why our structure must evolve to advance our mission.

[3] Por ejemplo, se establece que los inversores tienen un retorno máximo de cien veces su inversión inicial (Cuofano, 2024).

[4] Forbes. (2025). OpenAI Rejects Elon Musk’s Bid, Further Escalating The Feud.

[5] The New York Times. (2025). OpenAI Rejects Elon Musk’s $97.4 Billion Bid for Control of the Company.

[6] Bruner. (2008). HOSTILE TAKEOVERS: A PRIMER FOR THE DECISION MAKER.

[7] Carreño. (2023). Adquisiciones hostiles y el rol de los administradores. La regla de la pasividad en el derecho colombiano.

[8] Ibidem

[9] En la carta de intención a OpenAI, quien realiza la oferta es Musk a nombre de xAI. No a nombre personal, lo que reforzaría la teoría de que Musk busca eliminar competencia para su empresa.

[10] Cunningham, Ederer, Ma. (2021). Killer Acquisitions.

[11] Véase la nota Elon Musk wanted an OpenAI for-profit en la página oficial de OpenAI.

[12] Bret Taylor era presidente de la junta directiva de Twitter cuando Musk adquirió esa empresa. Fue un actor clave para desarrollar la estrategia de poison pill para tratar de evadir la oferta de Musk.

[13] CNBC. (2025). OpenAI funding round could be cut by $10 billion if for-profit conversion doesn’t occur by year-end.

[14] The New York Times. (2025). What’s Behind Elon Musk’s Hostile Bid for Control of OpenAI.

[15] Ibidem

[16] Menlo Ventures. (2024). 2024: The state of generative AI in the enterprise.

[17] HAI. (s.f). The 2024 AI Index Report.

[18] Federal Trade Commission. (2023), FTC and DOJ Seek Comment on Draft and Merger Guidelines: Proposed guidelines would address the many ways mergers can weaken competition, harming consumers, workers, and businesses.